Esperar un príncipe
azul. Cuando llegue abrir las puertas del corazón para teñirlo de rojo.Mezclar con el amor y esperar
que nazcan violetas perfumadas. Dejar crecer día a día, ya que según dicen que
la sangre azul es sólo una cuestión de óptica.
Ese amor como un prisma va a reflejar todos los colores de
los sentimientos.
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